“Somos una familia soleña que busca apoyar”
- Camilo Piedra S.
- 3 feb 2019
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 12 feb 2019
Por: Camilo Piedra
María Del Carmen Barros / Directora de la Fundación Sol de Primavera.
María del Carmen Barros es precursora y directora de la Fundación Sol de Primavera, un proyecto que tuvo origen en 1997. Esta fundación se presenta como una respuesta a las problemáticas sociales de varias familias en situación de riesgo con sus hijos adolescentes.
“Creemos en los niños, creemos en los adolescentes y en los jóvenes, creemos en los chicos que están botados, en quienes otros no creen, creemos en sus posibilidades y eficiencia. Van a salir.”

Con una sonrisa en su rostro, tras las puertas de su oficina, María del Carmen Barros se preparaba para la entrevista. Su despacho es un espacio donde se puede sentir tranquilidad, hay un sillón negro para sus invitados que, junto a la música de fondo, trasmiten esa sensación de calma. Tiene un librero donde se encuentran las planificaciones de la fundación y varias novelas. Todo esto llama la atención pues, de cierta manera, ahí se plasma la seriedad y la tranquilidad del trabajo que realiza María del Carmen Barros.
¿Qué significado tiene la Fundación para usted?
Para mí el significado es bastante grande. Hemos logrado, como era la idea desde la primera misión, trabajar con los adolescentes que están en el umbral de la pobreza y que están en situación de riesgo (embarazos, trabajo infantil, rezagos educativos, problemas en el registro civil). El trabajo de la fundación, que lleva ya 22 años, ha permitido la transformación social de más de 1230 adolescentes y sus familias, entonces, para mí, esto es construir un mundo libre de violencia poco a poco.
¿La fundación tiene alguna política en específico?
Nuestra política es trabajar por los Derechos Humanos. Estamos dentro de los objetivos de la construcción social, no creemos en los partidos políticos, pero si tenemos principios como la igualdad, la equidad y la transformación social.
¿Para cuántos adolescentes tiene capacidad de atención la fundación?
Nosotros, antes, trabajábamos con 100 chicos, pero, por la situación económica, ahora estamos trabajando con un máximo de 70. Esos chicos y sus familias tienen apoyo directo. Entonces, si decimos como atención directa a 70, el beneficio indirecto sería - más o menos – a 350 personas. Éstas recibirían ayuda externa para organización familiar o acompañamiento psicológico y social. Estos son beneficiarios indirectos lo que se conoce dentro de proyecto.
¿Quiénes son las personas o alianzas gestoras de la fundación?
La Fundación Sol de Primavera siempre ha buscado cooperación tanto internacional como nacional. Nos basamos en la exigibilidad de los derechos, un Estado debe ser responsable con su pueblo. Nosotros intentamos buscar alianzas con el Municipio y con el Gobierno Central, específicamente con el MIESS.
¿Alguna vez se pensó replicar este proyecto?
Nos lo han pedido. El problema son los recursos, este proyecto nos cuesta 207.00 dólares al año.
¿Reciben ayuda completa?
Nos toca autogestionarios, buscamos recursos, por ejemplo, para alimentación, ya que, la mayoría de los adolescentes no asegura su alimentación diaria. Para subsanar aquello, aquí hay un equipo de comunicación institucional. Este equipo se encarga de buscar fondos. En ocasiones, recibimos apoyo de Pronaca, una vez al mes nos proveen embutidos, cosas así. Recibimos, también, ayuda del Círculo de Gracias, una organización de mujeres, quien nos ayuda a buscar arroz, azúcar y otros víveres. De la misma manera, tenemos alianzas con personas que nos cooperan y que conocen el proyecto, que nos ayudan a lograr un proyecto de “Salud y nutrición”.
Para la cuestión de recursos humanos, conformados por psicólogos, maestros de taller, compañeros educadores, todavía contamos con el apoyo de la Asociación Primavera. Ésta es de Suiza y, justamente, se formó como una organización para trabajar con nosotros, sin embargo, de su aporte, usamos el 80% para sostener el equipo técnico, el resto lo debemos buscar acá. Tenemos que buscar cada año como 60 o 70 mil dólares para completar el presupuesto.
¿Cómo es el proceso que tiene un chico o en qué situaciones alguien puede ingresar a la fundación?
Vemos los riegos de los chicos. Si tú lo piensas, generalmente, un chico de clase media no va a pedir esto. Sin embargo, han existido chicos de clase media y padres que lo han hecho. No han sabido cómo trabajar la estabilidad educativa, no han podido lograr un lenguaje adecuado para entender al joven y ven que los chicos no tienen disposición para continuar con el colegio. Hay chicos que usan sustancias y a sus padres les resulta difícil abordar tanto abuso. En eso, nosotros vemos como trabajar. No vemos si tiene plata o no, vemos el alto riesgo al que se exponen.
¿Cuál crees que fue el momento más complejo de la fundación?
Cuando se disminuyó el presupuesto, cuando el Estado dejó de aportar y cuando nos robaron.
¿Qué les robaron?
Se nos robaron toda esta oficina, computadoras, casi todas las herramientas de panadería y pastelería, algunas portátiles y plata, que nos servía para sostener los talleres. Rompieron y dañaron vidrios y cerraduras. Tuvimos que encerrarnos más. Otro momento difícil, fue en el 2016, el terremoto casi derrumba el área de psicología, aunque ahora está ya bonita el área. Por esas fechas, cerramos también un proyecto que se llamaba educación compensatoria. En fin.
¿Sus familiares apoyan la iniciativa de crear la fundación?
Bueno yo, hace años, tomé las tierras de mi familia para hacer una guardería, para hacer un centro de educación infantil. Esas tierras estaban botadas en un sector. Nos animamos hicimos una casa para niños y un comedor. Mi familia siempre me apoyo, mis hijos estaban ahí, bueno, ahí tenía una hija y luego me embarace del otro, quien cargo conmigo todo el hierro para hacer esa casa. Todo fue para que los niños tuviesen donde comer. Y en “Sol de Primavera” comencé con mi compañero y mis hijos, ellos tuvieron que aguantar todo este proceso.
¿En palabras sencillas cómo se define la fundación?
La fundación es una opción de vida para adolescentes y jóvenes que quieren trasformar su mundo y transformar un mundo. Para quienes buscan una vida libre, de paz, con herramientas importantes como es una formación educativa. Para quienes quieren tener ideales de vida y hacer su propio proyecto de vida.
Hoja de vida del entrevistado.
María del Carmen Barros, llamada “Carmita” por sus compañeros de trabajo, jóvenes y amigos, es una quiteña que cuenta con tres licenciaturas. Es asistente pedagógica graduada en la Universidad Salesiana, licenciada en Ciencias Públicas y Sociales y también es abogada graduada en la Universidad Central del Ecuador. A sus 53 años, ha trabajado en el área de gestión de proyectos de la Universidad Andina Simón Bolívar, también ha trabajado en el MIESS y en una consultora de Unicef. Actualmente, es directora de la fundación Sol de Primavera, un proyecto que inició hace 23 años.
“Yo soy militante por la vida y trabajo por los derechos humanos.”
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