Cinismo de Estado

Hace pocos días, el Gobierno celebró una supuesta reducción del desempleo. Tras un micrófono,

sonriente y encorbatado, el Ministro del Trabajo aseguró que la tasa de desempleo, que en mayo

y junio alcanzó la cifra del 13.3%, para septiembre se redujo al 6.6%. Es decir, en tres meses, el

desempleo se redujo a menos de la mitad.

Con la descarada celebración de Isch, el Gobierno Nacional se consagra, nuevamente, como un

experto en el cinismo de Estado. ¿Cómo es posible que un Gobierno, cuyo índice de credibilidad

es inferior al 8%, se atreva a adjudicarse una reducción del desempleo?

El descaro del Gobierno no es nuevo. En agosto, el Ministro de Finanzas celebró una supuesta

reducción de la deuda externa. En septiembre, el Ministro de Salud se atrevió a decir que

Ecuador fue un referente en el manejo de la pandemia. Hace pocos días, la Ministra de Gobierno

presentó un libro, osadamente titulado “Octubre, la democracia bajo ataque”.

¿Habríamos de suponer que Martínez ignora que, frente al valor de mercado de los bonos, en

realidad había un aumento del 82% de la deuda externa, que Zevallos desconoce el verdadero

impacto de la pandemia, que Romo no está enterada de las violaciones a los Derechos Humanos

emprendidas por el Gobierno en octubre y que, mutatis mutandis, Isch desconoce las verdaderas

cifras del desempleo en el Ecuador? Ese escenario es poco probable. Aunque la incompetencia es

marca registrada de este Gobierno, sus engaños no son fruto de la desinformación.

El cinismo, emprendido por este Gobierno, no es ya el simple descaro de mentir, es una

estrategia ideológica que consiste en el engaño plenamente intencional. No hay relato ideológico que persuada al Gabinete Ejecutivo de motivos éticos tras su accionar. Su servicio al gran capital es una

vocación plenamente consciente. No son ignorantes. Son cínicos.

El cinismo es la nueva forma de ideología, el imperio de la mentira a sabiendas

de que se trata de una mentira. La fórmula es “ellos saben muy bien lo que hacen, pero aun así lo

hacen”. Esa es la máxima del gabinete de Moreno.