"Lawfare", un término para comprender la actualidad política en Latinoamérica.
- Productor Independiente
- 25 feb 2019
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Por: Kevin Calderón.

La guerra jurídica o “lawfare” (su traducción al inglés) es el mecanismo jurídico utilizado con el objetivo de dañar a un oponente político mediante recursos jurídicos (muchas veces utilizados al límite o fuera de la jurisdicción). Conocidos son los casos de Lula da Silva, en Brasil; Cristina Fernández de Kirschner, en Argentina; o Jorge Glas, en el caso ecuatoriano, políticos que han sido destituidos de sus cargos tras seguir las estrategias que marca el “lawfare”.
Desde mi punto de vista (opinión que comparto con muchos profesionales de la comunicación), una de los objetivos fundamentales de un buen ejercicio periodístico es evitar crear, redactar y publicar “verdades absolutas”, es decir, emitir noticias que dificulten al lector un ejercicio de reflexión, como resultado de un buen ejercicio de la comunicación.
Con lo anteriormente dicho como actitud de trabajo, presento al término “lawfare” como una “herramienta” mediante la cual reflexionar sobre la política latinoamericana. Para ofrecer una breve explicación debo recurrir a la página web argentina conclusión.com.ar, que menciona al Instituto Lawfare como entidad que ofrece pistas sobre el origen de este tipo de guerra jurídica, delegando al General estadounidense, Charles Dunlap como primera personalidad en hablar sobre este término y a John Comaroff (Universidad de Harvard) como primer académico en estudiar el “lawfare”.
Según la misma web conclusión, para llevar a cabo la guerra jurídica, “se utiliza las siguientes estrategias: 1. El abuso de la ley. 2. El uso del proceso para cercenar la libertad física o intimidar o silenciar. 3. Lograr una condena previa en la opinión pública. 4. Parcialidad judicial. 5. Tentativa de presionar a los abogados defensores. 6. Disuadir al resto de los adversarios políticos.” En este panorama, ejercen un papel fundamental los medios de comunicación a la hora de realizar lo que se conoce como “linchamiento mediático”.
Para ilustrarlo trasladémonos al contexto ecuatoriano: tras la toma de posesión de Lenin Moreno como presidente ecuatoriano el 24 de Mayo de 2017, tiempo después los medios de comunicación privados como Ecuavisa, Teleamazonas, El Comercio, El Universo, entre otros, emiten noticias inculpando al vicepresidente Jorge Glas de asociación ilícita en el caso de corrupción Odebretch, dichas noticias emitidas en los diferentes horarios de los noticieros (matutino, vespertino y nocturno), en el caso de las cadenas de televisión, y los titulares de noticias (periódicos) que tienen a Glas como protagonista, son publicadas durante un periodo de tiempo continuo variando en la intensidad de la noticia (desde el 24 de Mayo de 2017 cuando se posiciona como Vicepresidente, pasando por el mes de Agosto, cuando es vinculado al proceso en contra de la constructora Odebrecht hasta los meses de Octubre y Diciembre del mismo año, cuando ingresa a la Cárcel Nº4 de Quito antes de ser sentenciado a 6 años de prisión el día 13 de Diciembre) hasta que se produce la destitución del cargo político.
Esta breve explicación sugiere una relación entre el orden de las acciones realizadas en el debilitamiento y caída de la figura de Glas, empezando por las noticias (linchamiento mediático); la ejecución de procesos jurídicos donde se produce la inculpación, según el diario El Universo las pruebas que inculpan a Glas del delito de recibir sobornos de Odebrecht son videos y la delación (denuncia anónima) de la constructora, dejando un perspectiva ciertamente dudosa en la cantidad y calidad de las pruebas recopiladas apelando a la sospechas sobre si el proceso se puede considerar justo. Se puede dar el caso de estas estrategias del “lawfare”: 1. El abuso de la ley (a la hora de dictar sentencia según las pruebas recopiladas. 2. El uso del proceso para cercenar la libertad física o intimidar o silenciar. 3. Lograr una condena previa en la opinión pública. (el ingreso de Glas a prisión preventiva a inicios de Octubre, antes de la emisión de sentencia alguna).
El resultado, además de la destitución, más “fructífero” (desde mi punto de vista) en este ejemplo de “lawfere” es la construcción de una opinión propagada al grueso de la población, de la culpabilidad de Glas. La población cae en la tendencia de dar valor de verdad a aquello que dictan los medios, aprovechando la limitación de tiempo que ofrece el trabajo de la población ecuatoriana para hacer un ejercicio de contrastación respecto a un hecho tan serio como es la presunta culpabilidad de un funcionario de gobierno con un historial conocido durante diez años. Como dice la frase de Joseph Goebbels “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”, en el caso de que las noticias sobre Glas hayan sido mentira o una verdad parcial, la constancia en su emisión transforma lo que dicta esa noticia en verdad. Pero deja varias cuestiones respecto al receptor de la noticia, ¿Dónde está la subjetividad del lector a la hora de leer la noticia? ¿Tuvo tiempo de realizar un ejercicio de contrastación? ¿El público está condenado a acatar las verdades que transmiten los medios de comunicación?
En conclusión, si la caída de líderes progresistas latinoamericanos como si de castillo de naipes se tratase, despierta la idea de corrupción en la población latinoamericana, muchas veces sin explicarse cómo se descubrieron esos casos de corrupción teniendo en cuenta el relativo progreso latinoamericano durante el mandato de esos políticos. Una respuesta a esa posible inquietud tiene el nombre de guerra jurídica o “lawfere” y existe mucha información disponible para saber quién la ejecuta y cómo actúa.
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